James Mangold es un director que ha demostrado ser un auténtico todoterreno en la industria cinematográfica. Aunque a menudo se le considera un "cineasta de encargo", su estilo sólido y su capacidad para imprimir una huella personal en cada proyecto lo distinguen notablemente. Inspirado por cineastas clásicos como Clint Eastwood y Steven Spielberg, Mangold ha sabido absorber la esencia del cine de los años setenta, una época dorada en la que directores como Scorsese, Lucas, Coppola, Altman, De Palma y el propio Spielberg revolucionaron Hollywood. Esta conexión con el cine de los grandes maestros americanos probablemente fue determinante para que Mangold asumiera la dirección de Indiana Jones y el Dial del Destino (2023), tomando el relevo de Spielberg, quien decidió no dirigir la quinta entrega del icónico arqueólogo. En ese sentido, hay que decir que Mangold es un cineasta sólido con muy buenas películas en su trayectoria como 3:10 to Yuma (2007) y Ford v Ferrari (2019).
En A Complete Unknown, Mangold despliega su amor por la época y la figura de Bob Dylan, capturando con maestría la esencia de los años sesenta y la complejidad del músico. No es la primera vez que el director se adentra en la vida de una leyenda musical; ya lo hizo en Walk the Line (2005), donde exploró la vida de Johnny Cash. Esta continuidad temática refleja el interés de Mangold por desentrañar las capas de mitificación que rodean a estos íconos culturales de Estados Unidos.
Y es que Bob Dylan es, sin duda, una figura enigmática y central en la cultura estadounidense. Su influencia ha trascendido la música, convirtiéndose en un símbolo de la revolución intelectual de los años sesenta. Para muchos, Dylan es más que un músico: es una especie de profeta moderno, un poeta laureado de la contracultura. Su obra ha sido objeto de estudios literarios, tesis académicas y homenajes interminables. La concesión del Premio Nobel de Literatura en 2016 no hizo sino añadir otra capa de misticismo a su figura, generando tanto aplausos como polémica. ¿Es Dylan realmente un poeta a la altura de los grandes de la literatura universal o la Academia Sueca simplemente quiso capturar un poco del halo de leyenda de Dylan? Lo cierto es que ese galardón consolidó su estatus de genio incomprendido, un artista perpetuamente ajeno a cualquier intento de categorización o análisis definitivo.
Esta fascinación ha llevado a múltiples representaciones de Dylan en el cine, con actores como Christian Bale y Cate Blanchett —quien fue nominada a un Oscar por su interpretación en I'm Not There (2007, Todd Haynes)— intentando capturar su esencia. Sin embargo, esta tendencia ha derivado en una especie de obsesión por desentrañar el misterio de Dylan, lo que ha resultado en que su figura no se libre de la tendencia de los biopics musicales, los cuales suelen caer en estructuras narrativas predecibles y convencionales.
El fenómeno de las biopics musicales se ha convertido en una fórmula recurrente en Hollywood. Películas como Bohemian Rhapsody (2018, Bryan Singer) y Rocketman (2019, Dexter Fletcher) han establecido un patrón narrativo que, aunque efectivo en taquilla, resulta monótono y predecible. Estas producciones suelen seguir una estructura lineal: inicio humilde, ascenso a la fama, crisis personal y redención final. Aunque no es que estas películas estén mal per se, su narrativa similar y predecible las convierte en productos de consumo fácil y, en muchos casos, olvidables, alejándose de la profundidad y complejidad del legado musical de los artistas que representan. Esta tendencia parece no tener fin, con próximas biopics anunciadas sobre Bruce Springsteen, The Beatles, The Bee Gees, Bob Marley y Michael Jackson. La Academia, por su parte, continúa premiando estas fórmulas, como lo demuestra la múltiple nominación de A Complete Unknown, incluyendo categorías como Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor.
En el papel de Bob Dylan, Timothée Chalamet ofrece una interpretación que, a mi juicio, refuerza su estatus de actor de moda más que de intérprete versátil. Aunque ha sido aclamado por su capacidad para encarnar a jóvenes introspectivos y sensibles, su rango actoral parece limitado, mostrando una falta de progresión y diversidad entre sus roles. En A Complete Unknown, su Dylan se siente más como una imitación superficial que como una encarnación profunda del músico, repitiendo gestos y expresiones que hemos visto en sus trabajos anteriores.
Contrariamente, las actuaciones secundarias aportan una riqueza y profundidad que elevan la película. Monica Barbaro, quien interpreta a Joan Baez, logra capturar la esencia de la cantante folk con una autenticidad sorprendente. Barbaro, originaria de San Francisco, se preparó meticulosamente para el papel, aprendiendo a tocar la guitarra y adaptando su voz para emular el estilo distintivo de Baez. Su dedicación y talento le han valido una merecida nominación al Oscar como Mejor Actriz de Reparto. Elle Fanning, en el papel de Suze Rotolo, aporta una sensibilidad y profundidad emocional que enriquecen la narrativa, mientras que Edward Norton, interpretando a Pete Seeger, ofrece una actuación sólida y matizada, cuya nominación al Oscar como Mejor Actor de Reparto es igualmente justificada. Quizá este es un elemento que es característico en las películas de Mangold: que es un excelente director de actores, con mucha sensibilidad para contar la historia desde las emociones y la expresión corporal de sus actores.
En resumen, A Complete Unknown es una película que refleja el estilo clásico y la destreza narrativa de James Mangold, ofreciendo una visión respetuosa pero algo convencional de la figura de Bob Dylan. Aunque las actuaciones secundarias destacan y aportan profundidad, la película en su conjunto se ve lastrada por una estructura narrativa predecible que no logra estar a la altura de la complejidad y riqueza del legado musical de Dylan. Esta tendencia en las biopics musicales plantea una reflexión sobre la necesidad de explorar nuevas formas narrativas que hagan justicia a la grandeza de los artistas que pretenden homenajear. Al final, para mí, Dylan sigue siendo un completo desconocido.
El autor forma parte del equipo editorial de CINEMATÓGRAFO.